El entrenador de los Dallas Cowboys decidió que jugarían los partidos finales de la temporada como cualquier otro.
Ni siquiera en el paraíso las cosas salen como deben. Hasta en los Dallas Cowboys, paradigma del equipo con ángel en lo que va de temporada en la NFL; los planes acaban tal y como se escriben en la hoja de ruta.
Sabido es que el equipo lleva con el título de cabeza de serie número uno para los playoffs de la NFC desde antes de la pasada jornada.
Esto significa que para hacerse con el Lombardi Trophy en la Super Bowl LI no tendrá que salir del estado de Texas; los playoffs los jugará en su estadio de Arlington y la gran final, si llega, en Houston.
Así que, a nivel clasificatorio, no se está jugando realmente nada en estas semanas.
Sin embargo, algunas de las posiciones claves del equipo están ocupadas por gente joven, como es en la línea ofensiva, y directamente rookies; como es el caso del quarterback y el running back, a la sazón Dak Prescott y Zeke Elliott.
Es por eso que Jason Garrett, entrenador de los Cowboys, decidió que jugarían los partidos finales de la temporada como cualquier otro; por encima de la importancia que tuviesen para la clasificación.
El problema ha surgido para esta semana 17 y final de la temporada regular; Tyron Smith ha sufrido un contratiempo físico y no jugará; eso lo cambia todo.
Tyron Smith es el left tackle de Dallas; es uno de los mejores jugadores de esa línea ofensiva.
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