Ningún Gobernador había recorrido los 81 ayuntamientos en su primer año de Gobierno
Gobernador trabajador
Epístolas Surianas. De: Julio Ayala Carlos
[caption id="attachment_71905" align="alignleft" width="240"] Julio Ayala Carlos[/caption]
(Carta a Don Héctor)
NUNCA, NINGÚN GOBERNADOR del estado había recorrido los 81 ayuntamientos en su primer año de Gobierno. Esto, de entrada, es histórico. Y más lo es si lleva y anuncia recursos para obra pública, y social. Eso, siendo justos, hay que reconocérselo al gobernador actual, a Héctor Astudillo, quien junto con su esposa, la señora Mercedes Calvo, presidenta del DIF Guerrero, y la totalidad de los secretarios de despacho, hasta ahora han cumplido con Guerrero.
Y si eso ha hecho en su primer año de gobierno, es posible confiar que en los cinco que le restan, Héctor Astudillo hará mucho más. Y es que uno luego luego se da cuenta cuando un gobernante viene a servir, a trabajar por los guerrerenses, y no a enriquecerse con el presupuesto.
Sin duda, Héctor Astudillo tiene "prisa por servir". Sin duda sabe que no hay tiempo, no solo para aprender, sino tampoco para perderlo. Sin duda que entiende que ya no hay tiempo para dejar las cosas para otro tiempo, y sin duda sabe que si no es ahora, además de que puede explotar la bomba, ya no habrá otro momento.
Sí. Qué bueno que tenga prisa por servir. Qué bueno que el gobernador esté pendiente del estado. Qué bueno que le preocupe y se ocupe de lo que ocurre en él. Y qué bueno, hay que decirlo, que tenga un buen equipo, aunque como en todo, no todos jalen parejo.
Y qué bueno, también, que en aras de servir, y de cumplir lo que ya no puede dejarse para después, Héctor Astudillo haya anunciado cambios en su gabinete, lo que indica que no todos jalan parejo, y en consecuencia, busca mejorar la acción del gobierno que encabeza. Qué bueno que lo vaya hacer, pues más allá de compromisos particulares está el interés general de los guerrerenses.
En efecto. Si bien ahora se ve y se siente la acción de gobierno, es indiscutible que muchos de los que están en el gobierno que encabeza, más allá de que sean los idóneos, no están entregando los resultados esperado, ya porque no les importa, o porque están cansados. Guerrero, como ya dijimos, no está para esperar más, y eso, por fortuna, lo sabe el gobernador del estado.
A propósito, si en el gobierno del estado ya se anunciaron cambios, no se conoce, en ningún ayuntamiento de los 81 municipios que tiene Guerrero, también cambio de funcionarios en la administración municipal. Y no es que no sean necesarios, sino que parece que lo que menos le importa a los alcaldes es cumplirle a los gobernados. Acapulco, es un caso específico.
Así es. Pese a que Acapulco está de cabeza —y cómo no si el presidente municipal, Evodio Velázquez Aguirre es quien pone el mal ejemplo—, no hay visos de que vayan a darse cambios en el ayuntamiento que encabeza. El desmadre financiero que tiene el edil, así como el correspondiente en materia de seguridad, al tener en las calles a policías reprobados en control y confianza, hacen de ese puerto, contra lo que se diga, un gobierno municipal de papel.
Por su parte, Chilpancingo, con Marco Antonio Leyva Mena, ya anunció cambios en su gobierno. El interés del municipio, dijo, está por encima de los intereses personales. Quien no ha cumplido y estado a la altura de las circunstancias, debe irse, en razón de que el municipio, sede de los tres poderes y en consecuencia capital del estado, requiere del trabajo comprometido en la atención y solución de los problemas de los chilpancinguenses.
Por cierto, muy puntual el llamado del alcalde capitalino, en pro de Chilpancingo. Más allá de los intereses personales, políticos o de grupo, está el interés general de los capitalinos. En efecto, están equivocados aquellos que lo golpean con tal de acceder al poder. Desgastar su gobierno, creándole problemas e ingobernabilidad, no es la manera más inteligente para ocupar su lugar.
Claro. Habrá quién, por mezquindad, le apuesta al caos, con el perverso interés de llegar al poder.
A PROPÓSITO, EL ALCALDE de Mochitlán, un tal Jhobanny Jiménez Mendoza, si bien llegó al cargo por el Partido Verde, el cual por cierto recibe de todo, y cuando digo de todo "es de todo", en los hechos hace mancuerna con el PRD. Bueno, era, o es, del PRD. Sin embargo, precisamente por ser "no confiable" es que en su partido, en su momento, le negaron hacerlo candidato. El Verde lo hizo suyo y ahora, maldita la cosa, hoy se arrepiente. Claro, no se lo dicen, porque están esperando ajustarle cuentas.
Jhobanny Jiménez Mendoza salió peor que Cuauhtemoc Blanco en Cuernavaca. La diferencia es que en la ciudad de la eterna primera pagaron para que fuera candidato. En Mochitlán, hubo otros acuerdos.
Comentarios:
julio651220@hotmail.com
+++
No hay comentarios.:
Publicar un comentario