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octubre 04, 2016

No fue por secuestro el asesinato de sacerdote en Michoacán.

No fue por secuestro el asesinato de sacerdote en Michoacán; dos sujetos fueron detenidos por asesinar al sacerdote de Puruandiro, Jose Alfredo López Guillén.


No fue por secuestro el asesinato de sacerdote en Michoacán; dos sujetos fueron detenidos por asesinar al sacerdote de Puruandiro, Jose Alfredo López Guillén.

El titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado, José Martín Godoy Castro dio a conocer que el homicidio del sacerdote está relacionado con un hecho de convivencia social; tras la detención de dos sujetos.

Después de la desaparición y posterior muerte del sacerdote, se presumía que este habría sido secuestrado por alguna banda de la delincuencia organizada o por un atentado del crimen organizado.

Sin embargo, después de las indagaciones que presentara la Procuraduría General de la Justicia, del Estado de Michoacán; se llegó a la conclusión de que no se trató de un secuestro como tal.
La principal causa de la muerte del sacerdote, radica en una discusión que tuvieran dos sujetos, en el domicilio del párroco.

Estas dos personas relacionadas con el suceso, se encontraban dentro del domicilio del párroco,;donde posteriormente se registró una fuerte discusión entre ambos delincuentes; hecho que acabo muy mal, ya que, el párroco al presenciar dicha discusión fue agredido por los sujetos.

Al ver que el párroco presenciaba la discusión, los sujetos decidieron maniatar al sacerdote, José Alfredo López Guillén, para después ser encajuelado.

Trasladaron el cuerpo del sacerdote a un lugar conocido como “el guayabal”, ahí lo asesinaron a balazos; su cuerpo fue encontrado con cuatro heridas de proyectil

Martin Godoy explicó, que con los trabajos de investigación PGJE se logró ubicar las dos unidades y conocer los indicios de participación de Vicente y Francisco en los hechos; quienes se encuentran en el Centro de Reinserción Social de Zamora; tras una orden de aprehensión ante el juez de control, quien determinará la situación jurídica de los implicados.

En el lugar de los hechos, se encontró un teléfono celular que pertenecía al sacerdote fallecido.

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