Ricardo Salas, el casco azul que trabaja para la seguridad de la ONU
Ricardo Salas fue Oficial del Ejército en Argentina. Su incursión en las Naciones Unidas se hizo en dos etapas, primero como Casco Azul durante la guerra de los Balcanes y desde el año 2001, ya formalmente, como parte el Departamento de Seguridad (UNDSS).
El Representante de UNDSS y Asesor de Seguridad en México desde 2014 goza de hacer el trabajo de manera amena, reír y poner un ambiente de buen humor en su alrededor es una meta ineludible.
"Tratamos de imponer el buen humor en el trabajo y aún más en este puesto que tiene situaciones de mucho estrés y muchos desafíos en donde la responsabilidad sobre el bienestar de otros está en juego. El buen humor y el buen ánimo son unas de las características que creemos que pueden ser buenas para transmitir lo que deseamos y necesitamos", afirma Ricardo Salas.
"A mí me mueve una felicidad muy grande de poder trabajar y servir en las Naciones Unidas. Creo que es una de las dichas que me ha dado la vida y en esa dicha trato de ser una persona que trata de contagiar un poco esa felicidad y compromiso en su trabajo", agrega.
El nacido en la provincia de Tucumán, en el noroeste de Argentina, lleva casi 16 años en el Sistema de las Naciones Unidas. Ingresó al Departamento de Seguridad a finales del año 2001.
UNDSS provee el liderazgo en las políticas de seguridad y protección para el personal, las instalaciones y las operaciones de las Naciones Unidas.
"Esencialmente, el trabajo es garantizar que todo el personal que labora en la organización pueda cumplir con su mandato de ayuda, facilitando la conducción de los Programas y Actividades de la manera más eficiente y en las mejores condiciones de seguridad y protección posible", explica Salas.
Dentro del mandato de UNDSS está también el mantener y fortalecer la coordinación y relación de la ONU con los organismos de seguridad y de defensa de los Estados para facilitar la responsabilidad del gobierno anfitrión de proveer a las operaciones y personal de la ONU, las mejores condiciones para poder trabajar en sus países.
Considera que actualmente el mundo se enfrenta ante las situaciones cada vez más desafiantes y más cambiantes y en ese sentido entiende que es necesario para la Comunidad Internacional tener una organización fortalecida como la ONU para llevar adelante diálogos eficientes y llegar a consensos estables y lograr la paz.
"Estoy convencido que cada vez es más vigente y más necesario tener una organización que aglutine a los grandes y pequeños países y a sus representantes en una mesa de diálogo, de negociación y de intercambio para poder enfrentar los desafíos que vive la Humanidad de la manera más adecuada y más aceptable para todos y tratar de llegar a consensos y buenos logros", comenta.
Licenciado en Estrategia y Organización, Analista de Riesgo, Maestro en Seguridad y Resolución de Conflictos, así como en Alta Gerencia Policial y Seguridad Pública, Ricardo Salas conoce muy bien el tema de seguridad porque ha trabajado toda la vida para proteger al prójimo y el bienestar de la gente.
Cuando era miembro del Ejército Argentino se ofreció voluntario para integrar la Misión de Paz en la Ex Yugoeslavia y así pudo colaborar como Casco Azul en lugares como Bosnia Herzegovina, Croacia y Serbia y así de poder canalizar el deseo de servir y fortalecer los procesos de construcción de la paz en esa región tan devastada, como parte de la institución y país que tanto ama.
"Esa experiencia en Bosnia Herzegovina me marcó, fue muy fuerte, muy intensa, fue una época de mucho aprendizaje y en esa oportunidad tuve la suerte de compartir esa misión con colegas de muchos países que ayudaban en distintas áreas. En mi consciente siempre quedó que en algún momento iba a buscar la oportunidad para poner unirme a Naciones Unidas ya como funcionario permanente", relata.
De su experiencia como Casco Azul, Ricardo Salas guarda un lugar especial en su mente y rescata especialmente que todo el aprendizaje y vivencias en una zona de conflicto tan severo, sirvieron como base para poder enfrentar de manera efectiva y eficiente los múltiples desafíos de las actuales responsabilidades.
"Es muy importante fortalecer todo el tiempo posible las habilidades y capacidades referidas a la resolución de conflictos, en el entendido que la vida diaria y los desafíos profesionales de la posición nos retan a cada momento para lograr sobrellevar y superar de la mejor manera, las exigencias de las múltiples y variadas situaciones de crisis y emergencias que suelen presentarse", señala.
Al entrar en la oficina del funcionario de la ONU, lo primero que llama la atención es un cuadro que lleva la bandera azul y las de varios países, que fue un obsequio que los colegas de Ricardo Salas decidieron entregarse al término de la misión de paz en los Balcanes para mantener viva esta experiencia tan trascendente. El Representante de UNDSS en México afirma que lo guarda como un recuerdo.
Para los que pasan por esa oficina y tienen la oportunidad de ver este cuadro, este obsequio de una de las misiones más importantes que ha realizado la ONU provoca la reflexión de trabajar día con día para mejorar el mundo y alcanzar la paz.
"Pusimos sobre la bandera de la ONU los parches de todos los colegas que participaron en esa misión, de todos los países que estaban representados. Fue una forma de estar presentes siempre y de recordar a quienes fueron los participantes y los países participantes en esa misión. En la parte trasera del cuadro están los nombres, la nacionalidad y el cargo que tenía cada uno de los colegas en ese entonces. Todos los que estuvieron ahí se llevaron uno de estos recuerdos", confiesa.
Como funcionario de UNDSS, Ricardo Salas estuvo en Haití a los pocos días del terremoto de 2010 y realizó actividades en Uruguay, Paraguay, Argentina, El Salvador, Bolivia y ahora en México.
En su oficina también conserva algunos recuerdos, medallas, premios y otras condecoraciones que ha recibido en funciones tanto en el Ejército argentino como en la ONU, aunque para él son sólo recuerdos que le conmemoran algunos escalones de la experiencia acumulada a lo largo del camino profesional.
"Terminan siendo solo adornos porque eso no va con nosotros a ningún lado. Son nada más para alimentar el ego", bromea Salas.
Ricardo Salas es muy sociable. En todos los eventos en los que le toca participar, intenta tomarse el tiempo de hablar y dialogar con la gente porque aprende y le gusta. Asegura que le encanta relacionarse con la gente de los países donde se encuentra y con sus colegas porque aprende mucho de ellos.
En sus pocos tiempos libres, trata de compartirlos con su familia, aunque también le gusta conocer los países y sitios donde va en misión.
"El haber venido a trabajar a México ha sido un desafío afortunado. Conocer las costumbres, los lugares, aprender la cultura son algunas de las metas en los tiempos libres. Hago mucho deporte y actividad al aire libre. Me gusta muchísimo", explica el adepto del paracaidismo y del fútbol.
Reconoce que mucha gente cree que trabajar o servir en las Naciones Unidas es inaccesible y que es complejo acercarse a la organización. Sin embargo, Ricardo Salas intenta hacer cambiar este paradigma debido a que no representa la realidad.
"Naciones Unidas es un desafío que está al alcance de todos, que los jóvenes que están terminando sus estudios y creen que, dentro de sus aspiraciones, tengan una vocación de servicio al prójimo y que tienen ganas de ser servidores públicos, se pueden acercar a través de distintas plataformas o a las Agencias en las cuales tienen interés", indica.
"No estamos lejos. Estamos muy cerca. No son desafíos imposibles. Nuestro personal está nutrido en todos los países por gente que quiere acercarse", agrega.
A cada persona que viene a su oficina, le gusta decirle "regresa cuando quiera, ésta es tu casa".
"No es una frase hecha, sino una traducción de la realidad. La ONU es la casa de todos los países miembros, de la gente. La organización está abierta para todos y todos formamos parte. Deberíamos sentirnos parte", concluye.
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