De política y cosas peores. Por: Catón.
La belicosa CNTE
Dulcilí, muchacha ingenua, les anunció a sus padres que estaba un poquitito embarazada. “¡Ira de Dios! –bufó el progenitor, que en su juventud había leído novelas de Salgari-. ¿Quién es el padre de la criatura?”.
Contestó Dulcilí entre sus lágrimas: “¿Cómo voy a saberlo? ¡Ustedes nunca me han dejado tener novio formal!”… Don Chinguetas cumplió 50 años de casado con su esposa Macalota. Alguien le preguntó a qué se debía que su matrimonio hubiera durado tanto tiempo.
Explicó él: “Se debe a que desde hace 49 años mi mujer y yo dormimos en habitaciones separadas. La mía está en Guadalajara, y la de ella en Monterrey”…
Tetonina, joven mujer de generoso busto, tenía un suéter con una banda de lentejuelas a la altura del pecho. Un día sus amigas advirtieron que le había quitado ese adorno. Le preguntaron: “¿Por qué le quitaste las lentejuelas a tu suéter?”.
Explicó ella: “Mis novios se quejaban de que les arañaban las manos”… El gran virtuoso de la música le informó al empresario: “Tocaré mi recital en un violín que tiene 300 años de antigüedad”.
“No importa –replicó el otro-. Nadie se dará cuenta”… La madre de Susiflor le dijo: “Me preocupas, hija. Todas tus amigas ya están divorciadas, y tú ni siquiera tienes novio todavía”…
Moisés tardó 40 años en llegar a la Tierra Prometida. Al parecer era su esposa la que leía el mapa… La mamá de Rosilita estaba conversando en la sala con sus amigas cuando la pequeña irrumpió de pronto y le preguntó: “Mami: ¿puedo yo tener un bebé?”.
“No, hijita –le respondió con ternura la señora-. Apenas tienes 6 añitos”. Rosilita gritó gritó desde ahí mismo: “¡No hay peligro, Pepito! ¡Podemos seguir jugando a lo mismo!”…
Estoy muy enojado con la realidad. A lo mejor le retiraré el saludo. Continuamente estorba mi tendencia al optimismo y frustra mis benévolos intentos por ver lo positivo de las cosas.
Había aplaudido yo –y con ambas manos, para mayor efecto- la legislación por la cual, en acatamiento de lo que determina la Constitución, se creaba un sistema nacional para evaluar a los maestros.
La belicosa CNTE, receptáculo de los mayores vicios que en el magisterio es dable hallar, se opuso por medio de actos de presión a la reforma educativa, y consiguió echar abajo esa disposición con ayuda de la culpable complacencia de una medrosa autoridad que mira más a la política que a la educación.
En cuestión de extorsiones los Zetas ocupan sólo un modesto segundo lugar. El primer sitio lo tiene la CNTE.
A la secretaría de Gobernación, que no a la SEP, debe atribuirse el humillante paso por las horcas caudinas que al gobierno federal le impuso aquella nociva turba, aunque ya se sabe que Gobernación no hace nada sin la orden o el permiso expreso de Los Pinos.
Esta injustificable claudicación daña gravemente al país. En materia educativa no sólo estamos retrocediendo: también vamos para atrás… Sor Bette, encargada de la casa parroquial, se consternó al encontrar en el buró del Padre Arsilio un ejemplar del Playboy.
Le preguntó por qué compraba esa revista. Le explicó el buen sacerdote: “Por la misma razón por la que compro el National Geographic: para conocer lugares que nunca habré de visitar”…
Doña Tebaida Tridua, presidenta ad vitam interina de la Pía Sociedad de Sociedades Pías, estaba leyendo un libro. Le comentó a su esposo: “Ésta es la novela más pornográfica, sicalíptica, sórdida e impúdica que he leído en toda mi vida.
Afortunadamente, de las mil 100 páginas que tiene el libro, ya nada más me faltan 20 para terminarla”… ¿Cuál es la diferencia entre una esposa mexicana y una esposa norteamericana? La mexicana le dice a su marido: “Si me engañas me mato”.
La norteamericana le dice a su marido: “Si me engañas te mato”… Al día siguiente de su noche de bodas los recién casados bajaron a la cafetería del hotel.
Ella ordenó el desayuno. Le dijo al mesero: “Quiero un par de huevos fritos, pan con mantequilla, un jugo de naranja y café. A mi esposo tráigale un plato de zanahorias”.
“¿Zanahorias?” –se sorprendió el camarero. “Sí –confirmó la muchacha-. Quiero saber si también come como conejo”. (No le entendí)… FIN.
Armando Fuentes Aguirre
La belicosa CNTE
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