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junio 03, 2015

#FuerzaAcuña

Rebasando por la derecha. Por: Jesús Ramírez Rangel.


#FuerzaAcuña


Los desastres naturales nos suelen suscitar grandes cuestionamientos o interpelaciones en nuestra conciencia. ¿Por qué?, ¿por qué los más débiles también sufren más en los desastres naturales? ¿Por qué lo permite Dios? Las respuestas no suelen llegar pronto, y cuando llegan, suelen hacerlo en lo personal, para el fuero interno de cada persona.


Para quienes somos creyentes, san José María Escrivá respondió a una pregunta similar, frente a la repentina e inesperada muerte de un niño pequeño.


“En estos casos -dijo- Dios se lleva a los que ya están maduros y listos para ir al cielo” donde todo es paz, al paraíso de descanso y felicidad eterna.


Pero incluso para muchos de los creyentes en la vida después de la muerte, esta clase de hechos suelen ser incomprensibles, las más de las veces, porque el dolor es tan grande que nubla cualquier tipo de entendimiento.


Lo que sí deja, a quienes son testigos de estos hechos, es una tremenda conmoción. La vida, simplemente, no puede verse igual que antes, después de atestiguar tragedia semejante.


El cambio de vida, para bien, es obligado e inmediato. La solidaridad con el prójimo debe convertirse en la divisa principal de nuestra vida. Para algunos, la sacudida dura unos días; para otros, meses o incluso años.


Quizá en ello radique el único bien que puedan dejar este tipo de desastres naturales. Aunque también suelen sacar lo mejor de los seres humanos. Me entero de grandes muestras de solidaridad para con nuestros hermanos de Ciudad Acuña.


El País entero se volcó en apoyo de nuestra gente. Aunque dejada atrás la nota nacional, la respuesta ha ido perdiendo intensidad. Aun así, es de aplaudirse el gesto.


La respuesta de Coahuila fue especialmente ejemplar, siendo un Estado que suele dividirse por su profundo regionalismo, sacó lo mejor de sí y demostró que juntos es mucho lo que puede hacerse.


Espero y deseo sinceramente que reaccionemos así frente a otras tragedias y retos que nos azotan: la pobreza, la desigualdad, la inseguridad y la corrupción.


La solidaridad de nuestros paisanos y vecinos de Texas, también ha sido una encomiable muestra reiterada de que somos una misma comunidad, unida por lazos que las fronteras jamás podrán romper.


Pero mi muy humilde y mayor reconocimiento, es sin duda para los vecinos de Ciudad Acuña que, unidos, dejaron a un lado cualquier tipo de diferencia que pueda existir en una sociedad viva y dinámica.


Aplaudo a los que siguen enfrentando el reto de la reconstrucción de su ciudad, cuando la nota mediática ya pasó de moda y cuando las personalidades han retornado a sus prioridades y agendas.


Aplaudo al pueblo directamente afectado, a los grupos organizados que se han desbordado en solidaridad, a las iglesias, a los sacerdotes que trabajan en esas colonias, al Obispo de Piedras Negras por su inmediata respuesta, y a los vecinos de Del Río, Texas.


No puedo dejar de mencionar a ese ejército de mujeres y hombres que encabeza el alcalde Lenin Pérez. Él, Teté, su esposa, y todo el equipo del Gobierno Municipal han dado muestras claras de su profunda vocación de servicio a sus mandantes, al pueblo de Acuña.


Frente a la tragedia, su respuesta es el trabajo incansable. Organización, ejecución, comprensión, en suma, solidaridad integral con los damnificados. Su trabajo y actitud contrasta con lo que suelen mostrar los políticos de siempre.


Particularmente, es de destacarse la prudencia y la humildad de Lenin, que le permiten tener una presencia permanente y constructiva. En los desastres naturales suele ser muy delgada la línea entre acción y tolerancia, pero la ha cuidado con gran acierto.


Honor a quien honor merece. Es urgente e importante reconocer a quien hace bien su trabajo en el gobierno, no hay muchos y es preciso valorarlos y cuidarlos.


En sólo seis segundos, un tornado destruyó vidas y patrimonios logrados con gran esfuerzo. Pero la tragedia hizo aflorar lo mejor de la sociedad, de sus ciudadanos y de su gobierno.


Las buenas noticias también son noticia, aunque sea en condiciones tan dolorosas y adversas. El mayor homenaje que podemos hacer a las víctimas del tornado, es trabajar para brindar una sociedad más solidaria y generosa.


Facebook: Chuy Ramirez


Twitter: @chuyramirezr



#FuerzaAcuña

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