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mayo 04, 2015

Investigadores crea sustancia Chlorin con visión nocturna

Madrid, 4 de mayo de 2015.- Ver de noche o en medio de la oscuridad es una capacidad natural de algunos animales que los seres humanos pueden emular con la ayuda de algunos dispositivos ópticos y electrónicos, pero dentro de poco las personas podrían dotarse de la denominada visión nocturna sin ayudas tecnológicas.


Un equipo de investigadores independientes, asentado en California y llamado Science for the Masses (Ciencia para las Masas) o SfM, anunció que ha conseguido introducir con éxito en los ojos de un voluntario un líquido que le permite distinguir objetos en la oscuridad a una distancia considerable.


La sustancia llamada Chlorin e6 (Clorina e6) o Ce6 y utilizada en tratamientos para el cáncer de ojo y otras enfermedades oculares, fue probada en Gabriel Licina, un integrante de SfM, un grupo de “biohackers” o, investigadores que realizan estudios biológicos fuera de los laboratorios convencionales y del ámbito de la ciencia institucional y que promueven la “ciencia ciudadana”.


En los globos oculares de Gabriel Licina, un investigador en bioquímica en una universidad del noroeste del Pacifico estadounidense se depositaron, mediante un instrumento de laboratorio similar a una jeringuilla sin aguja, unas gotas compuestas de insulina, solución salina y una dosis extremadamente baja de Ce6, lo cual le dotó transitoriamente de una visión nocturna.


Bajo les efectos del Ce6, una molécula emparentada con la clorofila, con propiedades amplificadoras de la luz y con un efecto fotosensibilizador de larga duración, Licina consiguió identificar en las oscuridad a personas que se escondían a 50 metros de distancia, según información del portal científico “Mic”.


LÍQUIDO QUE AMPLIFICA LA LUZ


Los ojos de Licina, colocado en posición supina, primero fueron rociados con la solución salina y, a continuación, el líquido experimental de Ce6 de color negro fue depositado en sus sacos conjuntivales (el espacio comprendido entre los párpados y el globo ocular) mediante una micropipeta, en tres pequeñas dosis aplicadas a cada ojo, según SfM.


Después de completar la aplicación, se retiró el espéculo con que se mantenían abiertos los ojos de Licina, a quien entonces se le colocaron unas lentillas de color negro en las escleróticas o parte blanca de cada globo ocular, para reducir la posible luz que pudiera entrar a sus ojos.


Asimismo, Licina utilizó gafas de sol durante todo el ensayo, para asegurar aún más que se desenvolviera en unas condiciones de mínima luminosidad y reducir al máximo su posible exposición a cualquier tipo de luz brillante.


Tras dos horas de ajustes, los investigadores probaron la capacidad de visión nocturna del voluntario, en un entorno de oscuridad, de acuerdo a “Mic”.


Según esta misma fuente, tras comprobar que Licina era capaz de distinguir diversas objetos del tamaño de una mano a diez metros de distancia, situaron a personas en distintas zonas de un bosque mientras el observador permanecía a unos 50 metros de distancia.


Licina fue capaz de indicar la posición de la gente que permanecía entre los árboles mediante un puntero láser con un 100 por ciento de exactitud, mientras que un grupo de control solo pudieron determinar con precisión la posición de la gente en un tercio de los casos.


La visión diurna de Licina volvió progresivamente a la normalidad y, transcurridos 20 días del ensayo, no parecían haber efectos secundarios.


HACIA UN ‘SUPERHUMANO’


“Para mí fue rápido, experimenté una falta de definición de color negro verdoso en mi visión, que luego se disolvió en mis ojos”, señaló Licina a “Mic”, respecto de lo que sintió al recibir el Ce6.


Así explicó Licina a la revista Newsweek lo que percibió durante el ensayo: “Es sutil. No es algo para exclamar ‘¡oh, Dios mío tengo una supervisión!’ Es más bien como que la oscuridad se vuelve un poco menos oscura, todo era un poco más brillante. No se trataba de una luz notable o ardiente, sino de una sensación suave de ‘¡oh puedo ver algunas cosas!’”.


Respecto de los próximos pasos que darán los investigadores, Licina explica a Efe, que “ahora estamos probando la reacción del ojo usando una técnica llamada ERG para poder conseguir algunos datos cuantificables, ya que los datos subjetivos, como los obtenidos en este primer ensayo, no pueden considerarse en absoluto como ‘buena ciencia’”.


“Un ERG es un electrorretinograma. Es como un EEG o electroencéfalograma, pero uno de los electrodos se coloca sobre uno de los ojos y mide la actividad eléctrica debida a la excitación ocular. Esta técnica es una buena manera de obtener datos concretos sobre cómo el ojo está respondiendo a los estímulos”, explica a Efe Licina, fundador de SfM junto Jeffrey Tibbetts.


Para Licina la visión nocturna, tal y como él la ha experimentado, no puede considerarse aún un súperpoder, sino solo una pizca del borde de una posible capacidad suprahumana, y, si se desarrolla en el futuro, podrían beneficiarse de esta capacidad inducida diversas actividades nocturnas, la caza y el camping y podrían usarla por ejemplo los guardias de seguridad.


Independientemente de las posibles aplicaciones prácticas del compuesto con Ce6, “nosotros estamos felices de haber obtenido la información y hacerla pública y lo que la gente haga con ella es asunto suyo”, señala Licina a Efe.


Por: Notimundo, Efe.



Investigadores crea sustancia Chlorin con visión nocturna

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