Por: Paola Ochoa.
Creo en Google todopoderoso
Google es Dios. O Dios es Google. Una de dos… o las dos. Lo cierto es que el buscador más usado del planeta está adquiriendo un poder y omnipresencia como no se ha visto nada en la historia de la humanidad.
Tres noticias que aparecieron la última semana en la prensa norteamericana corroboran la tendencia: el primer reporte de moda de Google, el caso por monopolio en Europa y el lanzamiento de su nueva generación de gafas.
El lunes 27 de abril, Google lanzó su primer reporte sobre tendencias de moda. Usando su poderosísima herramienta Google Data, publicó The Fashion Trends Report (http://think.storage.googleapis.com/docs/google-fashion-trends-report-spring2015.pdf), una fascinante biblia de la moda con base en lo que están buscando las mujeres en este momento en internet.
Ni Vogue, ni Harper’s Bazar, Style o Elle, tienen una milésima parte de la información que hoy tiene Google sobre tendencias de moda. Tampoco los grandes diseñadores —Valentino, Ralph Lauren, Dior o cualquiera— saben una ínfima parte de lo que ya sabe el poderoso buscador.
Telas, formas, botones, jeans, accesorios… todo, absolutamente todo lo que las mujeres quieren reposa en ese informe gratuito que se encuentra en la red.
La otra noticia es la investigación por monopolio que enfrenta Google en Europa. Resulta que al otro lado del mundo están preocupadísimos por el dominio del buscador americano en Europa, en donde 9 de cada 10 búsquedas son a través de Google (un porcentaje más alto que en el propio Estados Unidos).
Compañías francesas, españolas y especialmente alemanas temen por el uso de sus propios datos en manos del buscador americano. Esta preocupación, sin duda, se exacerbó a raíz de las filtraciones sobre espionaje industrial por parte de Edward Snowden.
El sentir de los europeos es que hay que encontrar la manera de cortarle las alas a Google en su casa. Y por ello le tienen abierta una investigación por abuso de posición dominante, con la que aspiran presentar cargos en su contra y crear a futuro una ley antimonopolio para plataformas de internet.
El comisionado para la economía digital de la eurozona, el alemán Gunther Oettinger, dijo en un discurso, hace dos semanas, que Europa debe comenzar a regular sus plataformas de internet para limitar el crecimiento de las compañías americanas y potenciar el crecimiento de las propias.
Días más tarde, el pasado 23 de abril, se filtró a la prensa un documento de su oficina en el que se sostiene que la economía de Europa está “en riesgo” por la extrema dependencia de las compañías de internet americanas. Una amenaza que los periódicos franceses ya han denominado como Gafa (Google-Apple-Facebook-Amazon).
La última noticia sobre el poderoso imperio de Google tiene que ver con el lanzamiento de su nueva generación de gafas, las Google Glass.
Se trata, al menos sobre el papel, de una nueva versión que acaba con todos los inconvenientes del modelo inicial. Las de ahora son más livianas, más bonitas y sobretodo más baratas.
Con ellas es posible hacer de todo: ver vídeos, oír canciones, jugar juegos de realidad aumentada, correr por medio de un avatar en 3D, tener acceso a planos de edificios en llamas, traducir al instante textos impresos en diferentes idiomas y hasta ver mapas de constelaciones y estrellas en tiempo real. Es decir, todo lo que solo Dios puede hacer.
“Google nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.
Paola Ochoa
pochoawashington@gmail.com
www.eltiempo.com
Creo en Google todopoderoso
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