La historia en breve. Por: Ciro Gómez Leyva.
¡Bronco, Bronco, Bronco!
Ivonne Álvarez, candidata del PRI al gobierno de Nuevo León, llega a una celebración masiva del día de las madres. Viernes 8 de mayo. Se siente segura en su territorio, el centro de convenciones Casa Real, en Guadalupe, municipio que gobernó 17 meses entre 2009 y 2012. Es la fiesta de la sección 2 del Sindicato del IMSS. Pero algo se desamarra.
Las crónicas proponen que es la presencia del líder sindical, José Luis Garza. O el estado de ánimo antiestablishment de la zona metropolitana de Monterrey… y de Nuevo León.
Un griterío asorda con un repetido “¡Bronco, Bronco, Bronco!”. Otra batalla ganada para el candidato independiente que, de acuerdo con unas encuestas, tomó el primer lugar a un mes de las votaciones.
—Por eso lo que están haciendo sobre mi familia acaba por blindarnos, porque la gente sabe que son cosas que vienen del sistema y la gente no le cree al sistema –me dice Jaime Rodríguez, El Bronco, en una pausa del domingo de las madres—.
Es consecuencia de que sus propias encuestas ya los tienen abajo. El de arriba nunca golpea al de abajo. Están haciendo todo, hasta meterse con mi familia.
La familia. Su ex esposa lo acusa de haberla golpeado. El Bronco lo niega, desvela que ella tiene un problema muy avanzado de esclerosis múltiple e Ivonne se está aprovechando de su medicación. Su hija pequeña no habría sido secuestrada, como él contó cierta vez para agigantar la leyenda de hombre bravo.
El Bronco explica que lo denunció en su momento y lo calló, porque así acordaron él y la madre. Pero que la historia se conoció en la escuela y la niña le reclamó por “echarle mentiras, y se lo conté, sí”.
Su hijo. Después de un disgusto con su padre, se habría subido a un coche, accidentado y caído en un barranco. Salió del vehículo, pero no pudo subir a la carretera. Se recargó en un árbol y murió desangrado en la soledad del abandono.
El Bronco me detalla que sí lo iban persiguiendo para secuestrarlo y el exceso de velocidad provocó el accidente. Y que esa muerte lo tiene en esta contienda.
—No tienen escrúpulos –concluye–. Están gastando muchísimo dinero en medios, en call centers. Me aventaron una elección de Estado. Están usando todos los recursos y toda la estructura del gobierno.
Pero insiste que está a cuatro domingos de la victoria. Sería el primer gran triunfo de un independiente. Y la primera vez que una exitosa campaña de Facebook barriera a los medios electrónicos.
El Bronco, 57 años, limón en las almorranas de los políticos, como gusta pintarse. Su campaña digital machaca: “Uno más y ganamos, uno más y venceremos la maldad: Nuevo León decidió liberarse, no lo desperdicies, dales una lección”.
— ¿Irías a fondo contra Rodrigo Medina?
—Lo vamos a revisar a fondo a él y al anterior. Pero a través de una fiscalía anticorrupción que no dependa de mi gobierno.
— Vendrá la cacería de brujas.
— Vendrá la cacería de rateros.
MENOS DE 140
Lydia Cacho responde a La historia en Breve del viernes. Anexo su respuesta en la edición digital. Lo dicho, nunca se equivoca.
Ciro Gómez Leyva
¡Bronco, Bronco, Bronco!
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