Las leyes contra los homosexuales, que en siete países incluyen la pena de muerte, potencian la propagación del VIH, según los participantes reunidos en la Conferencia Internacional sobre el Sida en Melbourne, Australia.
En base a la experiencia de la lucha contra el sida, síndrome que dejó 39 millones de muertos en 33 años, los expertos consideran que el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se propaga silenciosamente entre las minorías estigmatizadas y hacia la población en general.
Si las personas homosexuales o bisexuales son encarceladas o perseguidas, evitarán someterse a la prueba del VIH o buscar tratamiento si están infectadas, lo que crea un escenario propicio para la propagación del virus.
La premio Nobel de Medicina, la francesa Françoise Barré-Sinoussi, quien participó en el descubrimiento del VIH, alertó el domingo durante la ceremonia inaugural de que en “todas las regiones del mundo el estigma y la discriminación siguen siendo los principales obstáculos para el acceso efectivo a la salud”.
“No nos quedaremos de brazos cruzados cuando los gobiernos, en violación de todos los principios de los derechos humanos, aplican leyes monstruosas que sólo marginan a las personas que ya son las más vulnerables de la sociedad”, añadió.
Durante la Conferencia Internacional sobre el Sida está previsto que los 12.000 delegados firmen la “Declaración de Melbourne”, que insiste en que todos los gays, lesbianas y transexuales “tienen derecho a la igualdad de derechos y a la igualdad de acceso a la prevención, a la atención, a la información y al tratamiento”.
Mientras que cada vez más países occidentales aprueban leyes sobre la igualdad de derechos en el matrimonio, la salud y las pensiones de los homosexuales, otros países endurecieron sus legislaciones contra el colectivo LGTB.
Según un informe publicado la semana pasada por el Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/sida, ONUSIDA, 79 países cuentan con leyes que penalizan las prácticas sexuales entre personas del mismo sexo. Siete países contemplan incluso la pena de muerte para estas personas.
Nigeria o Uganda aprobaron recientemente normas contra los homosexuales, que también se restablecieron en India. Rusia aprobó por su parte una controvertida ley que prohíbe incluso la distribución de información sobre la homosexualidad.
Kene Esom, un activista nigeriano que trabaja en Sudáfrica en un grupo de defensa de los derechos de los homosexuales, dijo que estas normas impiden difundir información sobre sexo seguro y el acceso a los medicamentos contra el VIH.
“Algunas leyes prohíben la libertad de reunión y la libertad de asociación para los homosexuales”, dijo Esom, para quien estos no pueden entonces “reunirse o recibir fondos”.
Los países occidentales, que abonaron 19.000 millones de dólares para la lucha contra el sida en los países en vías de desarrollo en 2013, empiezan a perder paciencia, según Michael Kirby, ex magistrado del Tribunal Supremo de Australia y defensor de los derechos humanos.
Los dirigentes de países con leyes homófobas “no pueden esperar que los contribuyentes de otros países continúen pagando indefinidamente mientras ellos rechazan reformar sus leyes para ayudar a sus propios ciudadanos”, añadió.
Esta vigésima conferencia internacional comenzó el domingo en Australia con un homenaje a los especialistas, entre ellos el eminente experto holandés Joe Lange, que murieron el vuelo malasio MH17, derribado en el este de Ucrania.
Docsalud.
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